Ya Sea Una Entrevista de Trabajo… Una Declaración Amorosa... Una Comida de Negocios… Una Presentación Persuasiva, O… Simplemente Integrarse A Un Nuevo Grupo, El Secreto Está En Entender…
“Un hombre de fuerza y talento extraordinarios puede no ser más que un cero en la sociedad… si no sabe hablar”
William Channing
APRENDE A:
Sujeto a lugares disponibles
Puebla Pue. México.
Hola.
Si te interesa adquirir habilidades para presentar en público o en privado, influir en los demás y que, en la mayoría de los casos, termines convenciéndolos de hacer lo que les pides, en este curso te mostraré cómo aumentar tu seguridad y multiplicar tus capacidades persuasivas.
Pero antes de continuar, antes de que empiece nuestra relación, antes de querernos u odiarnos, quiero ser claro contigo. Debo decir que si buscas cosas del estilo:
– Cómo convencer a cualquier persona de hacer lo que deseas ¡siempre!
¡Eso no existe! que yo sepa. Y si sabes de algún curso o libro que lo enseñe -que en realidad lo enseñe-, compártelo ¡lo quiero! no importa el precio.
¡Ah! y que no resulte que con un arma convences a la primera y a quien sea, y, de hecho lo primero es entender ¿qué significa convencer?
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española…
Convencer. 1. tr. Incitar, mover con razones a alguien a hacer algo o a mudar de dictamen o de comportamiento.
Y de acuerdo a la misma RAE son sinónimos de convencer…
persuadir,
inducir,
seducir,
atraer,
captar,
fascinar.
Sí, convencer también es seducir, fascinar, inducir… pero con razones o argumentos, no con una pistola o un cuchillo.
Aunque aquí difiero con la definición de la RAE, igual y no te interesa mi opinión, pero la voy a dejar por aquí y continúo, es lo que hay y lo que deja la experiencia. Tú sabrás qué haces con ella, igual y te sirve.
Convencer a alguien, PERSUADIR, es un camino que apela a la razón, la persuasión se dirige al cerebro; en un nivel superior está la SEDUCCIÓN, que apunta a la emoción, se dirije al corazón, por plantearlo de un modo coloquial.
Si pones a competir a la razón con la emoción ¿Quién crees que gane?
Una presentación seductora enamora, una audiencia enamorada se entrega y…
Ya lo dijo Blaise Pascal…
“El corazón tiene razones que la razón no entiende”
Una persona bajo los efectos de la seducción no razona…solo reacciona.
¿Qué harías con la habilidad de SEDUCIR a tu público? Ya sea una persona o sean mil.
Entonces, si buscas…
– Las 10 palabras mágicas que debes usar al empezar cualquier discurso.
– La fórmula infalible para hacer presentaciones perfectas.
– Cómo lograr que toda tu audiencia se enamore de ti y de tu presentación.
Si eso es lo que estás buscando entonces este curso no es para tí. Así que deberías irte de inmediato y tan desconocidos como siempre.
Te voy a ser sincero, prometer cosas imposibles puede llegar a convencer, ayuda a vender más… pero… ¡es un engaño! y aquí no se trata de eso.
¿De qué se trata entonces?
Normalmente me preguntan…
– ¿Con este curso voy a perder el miedo a hablar en público?
Y yo respondo…
– No
– ¿Con este curso voy a dejar de equivocarme cuando hable en público?
Y yo respondo…
– Tampoco
– Entonces ¿para que car#$”/&s sirve tu curso si no me quita el miedo y no evita que me equivoque?
Ya lo dije desde el principio, sirve para aumentar tu seguridad y multiplicar tus capacidades persuasivas a través de las herramientas que te brindo.
– ¿Y cómo se logra eso sin perder el miedo y sin equivocarse?
Bueno, para empezar, este no es un curso, en realidad… es un entrenamiento ¿Sabes cuál es la diferencia?
Un curso normalmente te brinda información, pero para obtener solo información hay muchos buenos libros, e incluso muy buenos videos gratuitos en youtube.
Imagina que tienes un hijo o una hija adolescente y que un día llega y te dice…
– Mamá (o papá), hoy iniciaron nuestras clases de educación sexual en la escuela.
Puedes estar o no de acuerdo con que se toquen esos temas en la escuela, pero, en la mayoría de los casos no es algo que amerite una reacción exagerada al momento.
Ahora imagina que tu hijo o hija adolescente llega y te dice…
– Mamá (o papá), hoy inició nuestro entrenamiento sexual en la escuela.
¿Ya te diste cuenta de la gran diferencia?
Pues bien, este es un entrenamiento y por lo mismo te vas a subir a un escenario con todo lo que ello conlleva.
Vas a sudar…
sentir nervios…
temblar…
vas a enfrentar críticas (empezando por las tuyas que normalmente son las peores)
no vas a saber que hacer con las manos…
entre otros maravillosos sentimientos, pero al final lo vas a lograr, vas a hablar en público… y cada vez mejor ¡Vas a dominar tus miedos y saber qué hacer para convertirte en un(a) presesentador(a) exitoso!
¿Es fácil? No, ¿Es imposible? No, siempre y cuando cuentes con la guía adecuada y la suficiente práctica, además del conocimiento adecuado.
Esa es la diferencia entre un curso y un entrenamiento, para empezar quiero que lo tengas claro, y para continuar y desarrollar tu seguridad debes fortalecer tu confianza. ¿Cómo?
Cuando te paras en un escenario, frente a 10, 100 o 1000 personas te estás exponiendo a los tres miedos que más nos limitan en esta vida…
Miedo al fracaso.
Miedo al rechazo
Miedo al qué dirán.
Resumido en uno solo…
¡MIEDO AL RIDÍCULO!
En la vida diaria normalmente puedes encontrar estos miedos por separado, o en pareja, pero en un escenario, al hablar en público indudablemente estarán los tres juntos.
Esta es la principal razón por la que hablar en público es el miedo social # 1 del mundo.
Hay personas que harían hasta lo impensable por evitar pararse en un escenario.
Un ejemplo no tan exagerado:
Juan tiene dos miedos paralizantes, miedo a las serpientes y miedo a hablar en público.
Un buen día (pensándolo bien es un mal día para Juan) toca hacer una presentación ante un buen número de personas ¿Y quién crees que es el experto en el tema?.
El bueno de Juan, pero él no quiere hacer la presentación ¡le aterra la idea de hablar en público! Así que le dices…
– Juan, tienes dos opciones: o haces la presentación o abrazas una serpiente.
– ¡Venga la serpiente!
Contesta Juan.
Y no sería el único caso, un gran porcentaje elegiría la vibora… o ser despedidos ¡así de intenso es el miedo a hablar en público!
NO ERES TÚ, SON TUS TRAUMAS
Tal vez la siguiente escena te sea conocida…
Preparas tu discurso, tienes un buen guión, lo divides como te enseñaron en la escuela, cubres perfectamente bien el inicio, el desarrollo y la conclusión, lo ensayas muchas veces, corriges tu postura y lo que haya que corregir, llega el día de tu presentación, te paras en el escenario con tus tarjetas de apoyo y al ver a tantas personas…
¡Te quedas en blanco!
¡Las manos te sudan!
¡Tiemblas!
Tu corazón late con fuerza
Tu voz se quiebra….
y quisieras estar en cualquier otro lugar, donde sea…
Si todo salió bien en el ensayo ¿Qué pasó aquí?
Tus miedos se impusieron. Triunfó el miedo al ridículo.
Pero si este curso no quita el miedo a hablar en público ¿de qué sirve tomarlo?
El miedo, los nervios siempre van a estar presentes, la diferencia es que el curso te brinda las herramientas necesarias para enfrentarlo y evitar que te paralice.
Ahora vas a ser una persona tan segura que cada vez te va a importar menos lo que piensen los demás de tí.
Lo primero que tienes que superar son tus barreras mentales.
De hecho, si eres capaz de platicar, de tener una conversación… ya no digamos brillante, solo medianamente interesante con cualquier persona, entonces eres capaz de hablar en público.
El problema está en tu mente, en tus expectativas, en tus paradigmas.
Es por estas razones que lo primero que vamos a trabajar es:
MÓDULO UNO
Bien, ya tienes controlada la parte interna, la parte mental, ya eres una persona más segura ¿ya eres capaz de dominar cualquier escenario? Pues no.
Ahora hay que entender lo externo, cómo es la dinámica de una presentación, lo que debes lograr ante tu audiencia.
Lo primero que debes tener claro es que un buen orador debe…
impactar,
emocionar,
dejar huella,
hacer pensar,
¡quedarse en la mente de quien lo escucha!
De hecho ese es el primer paso de la seducción… ¡hacer que piensen en ti!
Y ese es el punto…
Ya sea que asistas o no a mi curso, PON ATENCIÓN A ESTO, si lo entiendes y lo aplicas puede cambiar tu vida.
Mira, entiende, aprende y aprehende…
En el público, y en la vida, vas a encontrar a tres tipos de personas.
1. Los que están interesados en lo que dices (los que te estiman).
2. Los que están en contra de lo que dices (los que te empiezan a odiar).
3. A los que no les interesa nada de lo que expresas, ni para bien, ni para mal (los que te ignoran).
Un buen orador acepta las dos primeras situaciones, pero no acepta… no permite… no provoca… que lo ignoren.
¡Que te quieran o que te odien! ¡Pero que no te ignoren!
Si vas a hablar en público debes tener claro que vas a exponerte ante los demás, vas a exponerte al juicio, a la crítica, al comentario sobre tu persona, tu cuerpo, tus pensamientos.
Al menos en ese momento te van a amar o te van a odiar, pero esa es la idea ¡el que tenga miedo a vivir que no nazca! Es lo que hay.
Es por eso que no puedo prometerte que con este curso tooodos te van a amar por tus perfectas presentaciones.
No se trata de convencer a todos, pero sí se trata de impactar en todos, de dejar huella, de hacer mella en su vida y de convencer a la mayoría, no a todos, a la mayoría.
Se trata de que cuando termine tu presentación te respeten, podrán no estar de acuerdo contigo, pero te respetan.
Y esto… ¿Cómo se logra?
MÓDULO DOS
Ya superaste tus miedos, ya estructuraste un excelente discurso, ya lo adaptaste a tus objetivos ¿Qué falta?
Esta es la parte más importante para impactar en vivo, dije… ¡en vivo! ¡persona a persona! ¡frente a frente! No por escrito, no por mensaje de voz, en persona.
No es solo lo que dices, principalmente es ¡CÓMO LO DICES!
Tú sabes… cuando alguien dice tu nombre puede significar una dulce promesa, una amenaza o una terrible indiferencia; el discurso es el mismo – tu nombre – el cómo lo dicen marca la diferencia. Con base en eso sabes si te quedas o mejor huyes.
MÓDULO TRES
Esto de presentar en público es más cotidiano de lo que la mayoría cree, no se necesita ser un genio para entenderlo, solo hay que poner atención en la vida.
Seamos claros, no te conozco, no me conoces… pero sí sé cosas sobre ti.
Esto es lo que NO sé de ti…
A qué te dedicas, cuantos años tienes, si eres hombre o mujer…
Lo que SÍ sé es que por el modo en que presentas tus ideas te juzgan, te aceptan o te rechazan en cualquier área de tu vida.
Persuadir y vivir es lo mismo, presentar y existir van de la mano, no hay diferencia alguna. Todos lo hacemos desde que nacemos… cada día de nuestra vida ¡cada día!
Por si no lo has notado…
¡La vida es una serie constante de presentaciones!
Piensa en un día normal en tu vida.
¿Cuántas veces en ese día te ves obligado(a) a presentar tus ideas, a convencer a un miembro de la familia, a un amigo o a un socio de negocios para que hagan algo… o se abstengan de hacerlo?
A tu hijo, para que mejore sus calificaciones; a tu hermano para que te preste su ropa, a esa persona tan especial para que salga contigo.
¿Ya te diste cuenta de la importancia de saber presentar persuasivamente?
Sujeto a lugares disponibles
“El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa está al mismo nivel del que no sabe pensar”
-Pericles